La UIF denunció a la fabricante de jugos Citric por delitos ambientales
La UIF denunció a la fabricante de jugos Citric por delitos ambientales
Contaminación y lavado, todo en un mismo jugo
El Carmen, fabricante de los jugos Citric, habría abultado sus ganancias al no cumplir con el tratamiento de efluentes industriales. La UIF avanza en una causa testigo.
La Unidad de Información Financiera (UIF) se presentó como querellante en la causa que investiga a la compañía “El Carmen S.A.”, fabricante del jugo Citric, por contaminación ambiental en la ciudad entrerriana de Chajarí.
Tras cinco años de amparos, acusaciones y denuncias contra la empresa fabricante de jugos, el organismo nacional solicitó que se designe un interventor en la causa y sostuvo que "la contaminación de tierras y cursos de agua mediante efluentes volcados por parte de la empresa en el arroyo “Las Alpargatas” de Entre Ríos, podría tratarse de un caso de lavado de activos a partir de un delito ambiental, del cual se obtendrían ganancias de manera ilícita como resultado de su actividad formal". Es que con el volcado de residuos tóxicos al arroyo, sostiene la denuncia, la institución no sólo omite la obligación legal de tratarlos sino que además se ahorra una importante suma de dinero que pasaría a engrosar sus ganancias. Por este motivo, desde la UIF sugieren que se realice una investigación patrimonial sobre los flujos económicos que genera la producción de El Carmen para conocer la magnitud de los activos.
La empresa se encuentra en la mira desde el 2015 cuando Néstor Masilli, un vecino dueño de una chacra cercana a la rivera, presentó un recurso de amparo por contaminación ambiental. Recién dos años más tarde, una intervención del Consejo Regulador del Uso de Fuentes de Agua (Corufa), dependiente del Ministerio de Producción de la provincia de Entre Ríos, incitó sin éxito a la empresa a disminuir sus descargas tóxicas. En esa ocasión la compañía manifestó contar con un sistema moderno y efectivo para cuidar el medioambiente. Asimismo, aseguró ante el ente regulador que había puesto en marcha nuevas obras en su planta con la intención de disminuir los tóxicos y mejorar los procesos a favor del medio ambiente.
Al no ver ningún cambio en la actitud de la empresa, Masilli insistió nuevamente y presentó en mayo del 2019 una denuncia ante el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay por contaminación ambiental. Esta denuncia fue acompañada por pruebas técnicas que demuestran de qué manera los desechos industriales de la fábrica han derivado en altos índices de contaminación y las consecuencias que tuvieron en el arroyo: produjo la extinción de todo tipo de vida, imposibilitando la utilización del agua como recurso tanto para el riego de cosecha o como líquido para el ganado.
Entre las pruebas que lograron que la causa avanzara figura el resultado del estudio solicitado por la Escuela Manuel Belgrano ubicada cerca del arroyo, para conocer las condiciones en las que se encontraban las napas de donde extraían agua para consumo. Los resultados de los exámenes fueron concluyentes y demostraron que el agua no es bacteriológicamente potable para el consumo humano. El estudio aportó otro dato: el agua dejó de ser potable al menos desde 2017.
Hacia principios del año anterior y ante la insistencia de las denuncias, El Carmen SA difundió un comunicado en el que aseguró que “sí cuenta con un proceso previo de tratamiento de efluentes. Actualmente los efluentes no son químicos tóxicos sino orgánicos y biodegradables y cuentan con el mencionado proceso previo. Desconocemos el origen del resto de efluentes que recibe el cauce”, ya que “en los últimos tres años la compañía ha disminuido sus efluentes en un 60 por ciento“, aclaró.
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