Terminal de Ómnibus de Mar del Plata: desde hace cuatro días un acampe no permite que entren los micros
Desde el viernes pasado los micros no pueden ingresar a las dársenas de la Estación Ferroautomotora de Mar del Plata.
Es a raíz de una medida de fuerza de quienes cargan y descargan bolsos y valijas. Son unas 100 familias las que impiden la entrada a la terminal durante el día y la noche, en el marco del acampe de maleteros, que genera trastornos en la zona, además de confusión entre choferes y pasajeros.
Las imágenes que se vieron este fin de semana, considerado el más fuerte de la temporada y en el que la ocupación hotelera llegó al 90% en La Feliz, fueron contundentes. Familiasenteras, gente mayor y niños, acarreando por el medio de calle 9 de Julio valijas, bolsos y mochilas, intentando dar con los ómnibus a los que tenían que subirse, los que podía estar estacionados a 200 o 300 metros.
(Christian N. Heit)
La misma distancia era recorrida por los choferes, que se acercaban hasta la cuadra de la terminal a gritar el nombre de la empresa y el destino, para luego escoltar hasta el micro a todos los pasajeros que hasta ese momento no terminaban de entender cómo hacer para viajar, ni dónde buscar a las distintas empresas.
El acampe está ubicado en calle 9 de Julio y Misiones, en la entrada a las dársenas. El sector exige el pleno cumplimiento del artículo 24 del pliego de la Estación Ferroautomotora marplatense, por el cual el concesionario se compromete a brindarle al pasajero el servicio de maleteros. Además denuncian "estar trabajando en condiciones inhumanas".
Desde el lugar del acampe el dirigente de la CTA Autónoma, Cristian Echeverría, en diálogo con Infobae, precisó: "El concesionario se tiene que hacer cargo de los maleteros que hoy están en negro. Actualmente no tienen ninguna relación de dependencia, van a través de la propina".
Además sobre las condiciones detalló que "en este momento cada baulera tiene 50 o 60 grados de temperatura y los trabajadores se meten ahí sin cobertura médica, sin nada". "Veníamos con un diálogo abierto desde noviembre pasado, pero el empresario que maneja la estación se niega a reconocerlos", agregó.
Ayer durante el tercer día de reclamo y con las conversaciones estancadas, eran unas 100 familias -aunque van rotando día a día- las que en plena temporada estaban desayunando, almorzando, merendando y cenando en el acceso a la estación. Sobre la situación con los pasajeros, desde la organización del acampe, aseguraron que "se les da las explicaciones del caso, les hablamos, ellos se solidarizan, nos entienden y nos apoyan".
Fotos: Christian Heit
(Christian N. Heit)
Las imágenes que se vieron este fin de semana, considerado el más fuerte de la temporada y en el que la ocupación hotelera llegó al 90% en La Feliz, fueron contundentes. Familiasenteras, gente mayor y niños, acarreando por el medio de calle 9 de Julio valijas, bolsos y mochilas, intentando dar con los ómnibus a los que tenían que subirse, los que podía estar estacionados a 200 o 300 metros.
(Christian N. Heit)
La misma distancia era recorrida por los choferes, que se acercaban hasta la cuadra de la terminal a gritar el nombre de la empresa y el destino, para luego escoltar hasta el micro a todos los pasajeros que hasta ese momento no terminaban de entender cómo hacer para viajar, ni dónde buscar a las distintas empresas.
(Christian N. Heit)
El acampe está ubicado en calle 9 de Julio y Misiones, en la entrada a las dársenas. El sector exige el pleno cumplimiento del artículo 24 del pliego de la Estación Ferroautomotora marplatense, por el cual el concesionario se compromete a brindarle al pasajero el servicio de maleteros. Además denuncian "estar trabajando en condiciones inhumanas".
(Christian N. Heit)
Desde el lugar del acampe el dirigente de la CTA Autónoma, Cristian Echeverría, en diálogo con Infobae, precisó: "El concesionario se tiene que hacer cargo de los maleteros que hoy están en negro. Actualmente no tienen ninguna relación de dependencia, van a través de la propina".
(Christian N. Heit)
Además sobre las condiciones detalló que "en este momento cada baulera tiene 50 o 60 grados de temperatura y los trabajadores se meten ahí sin cobertura médica, sin nada". "Veníamos con un diálogo abierto desde noviembre pasado, pero el empresario que maneja la estación se niega a reconocerlos", agregó.
(Christian N. Heit)
Ayer durante el tercer día de reclamo y con las conversaciones estancadas, eran unas 100 familias -aunque van rotando día a día- las que en plena temporada estaban desayunando, almorzando, merendando y cenando en el acceso a la estación. Sobre la situación con los pasajeros, desde la organización del acampe, aseguraron que "se les da las explicaciones del caso, les hablamos, ellos se solidarizan, nos entienden y nos apoyan".
Fotos: Christian Heit
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