Rompió el silencio el nene de 13 años que tuvo un hijo con su maestra
El joven habló por primera vez y confesó lo que le decía su abuelo.
MENDOZA.- La relación sexual con la maestra que le daba clases particulares empezó cuando el chico terminaba séptimo grado del primario y estaba aplazado en varias materias. "Fuimos a mi habitación. Tenía 13 años, fue mi primera vez", contó el menor en cámara Gesell durante la investigación del juicio por estupro a la maestra, acusada en 2015 y que esta semana fue absuelta de cometer un delito sexual.
La joven de 23 años, cursaba la carrera docente y preparaba alumnos particulares para costarse sus estudios. Ella misma admite que comenzaron una relación, "que él la buscaba", según el expediente al que tuvo acceso Clarín.
"El menor confirma las relaciones sexuales que tenía con la maestra durante el periodo que ella le daba clases",advierte el fiscal Martín Scataregi, quien instruyó la causa en primera instancia, pidió la detención de la maestra y sostuvo que el abuso sexual era "agravado" porque la mujer cumplía el rol de tutora educativa del adolescente.
La joven de 23 años, cursaba la carrera docente y preparaba alumnos particulares para costarse sus estudios. Ella misma admite que comenzaron una relación, "que él la buscaba", según el expediente al que tuvo acceso Clarín.
"El menor confirma las relaciones sexuales que tenía con la maestra durante el periodo que ella le daba clases",advierte el fiscal Martín Scataregi, quien instruyó la causa en primera instancia, pidió la detención de la maestra y sostuvo que el abuso sexual era "agravado" porque la mujer cumplía el rol de tutora educativa del adolescente.
La maestra tenía que ayudarlo con las distintas materias, varios días a la semana. Para este fiscal el chico fue seducido en su despertar sexual: "Representaba psicofísicamente la edad cronológica que tenía. Estaba arrancando la pubertad".
Los dos vivían en Palmira, en el municipio de San Martín, a 35 kilómetros de la ciudad de Mendoza. Las relaciones sexuales continuaron durante varios meses. Ella quedó embarazada y el bebé, una nena, nació cuando el menor tenía 14 años y su maestra particular, 23. La relación fue consentida por familiares del adolescente y la mujer terminó viviendo en la casa de él, con la beba. Cuando la relación se rompió y la maestra abandonó al adolescente y formó pareja con otro hombre, fue denunciada por estupro.
El chico tiene ahora 17, la maestra, 26, y la hija de ambos, dos. La mujer tiene otro hijo, de 9 meses, de su nueva relación sentimental.
El abuelo del chico lo incentivó a seguir la relación sexual con su maestra: "Aprovechá es cuestión de hombres. Animate", le decía al adolescente, según contó el fiscal de Cámara Oscar Sívori, que sostiene que la familia avaló la relación y decidió denunciarlo casi por despecho, porque el menor "continúa enamorado" de su maestra.
El caso llegó a la Justicia a principios de 2015, a través del fuero de Familia. Cuando la maestra decide separarse del chico, comienza una disputa por los alimentos y el régimen de visita de la nena que tenía con el menor. En el juzgado de Familia, la mediadora advierte que el padre de la bebé tenía 14 años y la madre era 9 años mayor. Decide derivarlo a la Justicia Penal.
La nena lleva en su partida de nacimiento el apellido del adolescente. Los padres del chico son una familia de clase media, trabajadores, según definió uno de los investigadores de la causa.
El fiscal de Cámara Sívori, que pidió la absolución de la maestra y consiguió el aval del juez Armando Martínez, dijo que el Código Penal es claro: "Los adolescentes de entre 13 y 16 años pueden prestar consentimiento siempre y cuando no exista aprovechamiento por parte del mayor (articulo 120). Acá pudimos comprobar que había madurez sexual del adolescente".
El informe de los peritos psiquiátricos contradice la sentencia en cuanto a la madurez del chico: "Su relato es cierto, no miente. Debe tenerse en cuenta la edad el menor estaba cursando la pubertad, puente entre la infancia y la madurez. Una etapa marcada por explosión de emociones, cambios corporales y despertar de la sexualidad".
"La búsqueda de la propia identidad, el abordaje de la vía sexual y de la paternidad se dio en forma irruptiva, en cuanto no contaba con la madurez emocional y física". Y concluye: "El menor se encontraba en situación de vulnerabilidad, fácilmente influenciado y alta posibilidad de ser inducido".
Con estos datos, el fiscal Scataregi cree que si la causa hubiese sido al revés, un maestro con una alumna, la sentencia sería condenatoria. "La maestra lo sedujo. El chico era un inmaduro sexual", sostiene el fiscal que pidió que la maestra vaya presa.
De acuerdo con el relato de la maestra, el 15 de enero de 2014 tuvieron relaciones por primera vez en la habitación de la casa de él. "El se presentó como que tenía 17 años", se justificó la mujer, ante la acusación que podía significar una pena de hasta 10 años en prisión, similar a un abuso sexual agravado.
En otro tramo del expediente, el menor explica cómo se enteró que iba a ser padre: "Un día, vino a la casa y me dijo que estaba embarazada y que el padre de ella la había echado. Entonces se quedó a vivir en mi casa", dijo.
La relación de convivencia se mantuvo hasta que nació el bebé. Allí empezaron los problemas. La maestra decide volver a la casa con sus padres, formó una nueva pareja y comenzaron los conflictos legales con la familia del chico.
Para la Justicia mendocina la maestra es inocente. Fue absuelta por entender que el alumno era "maduro sexualmente" y que fueron relaciones "consentidas y con el aval de parte de la familia del adolescente".
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